El proyecto construido en un muelle tuvo como premisa conectar a los dueños del hogar con el mar, el cielo, y en fin, la naturaleza circundante. Para ello crearon una serie de habitaciones estrechas donde todas señalan hacia el mar abierto.
La casa diseñada por Yasutaka Yoshimura Arquitectos lleva el nombre de ‘ninguna parte’, porque su objetivo es que el ocupante se sienta como si estuviera en cualquier momento o lugar, desconectado de todo, pero al mismo tiempo conectado de una forma única y profunda con su entorno.